La montaña, el abismo y su vacío 🗻

22 de mayo de 2022

📷 Nahue 💐 me retrató en mi Taller hogareño hace unos días atrás con el solcito de Otoño entrando por el ventanal porque así amo pasar mis días: escribiendo y creando libros 📖💕

TREINTA Y SIETE años y aquí estoy meciéndome en la CIMA, en mi propia cima claro está, que sería el infierno de muchas personas con altas expectativas mundanas de la vida, no lo dudo.

Sí, pero también estoy en la cima de una MONTAÑA 🗻 gigante.

De un lado, diviso un bosque encantado, flores, árboles, enredaderas salvajes que me acarician los pies, pajaritos cantando y el viento susurrándome al oído: ¡Guardá esto en tu memoria o en tu retina, serán tus mejores recuerdos cuando ya no estés aquí! 💌

Del otro lado, siento un frío helado que me eriza la piel, el vacío de un abismo muy profundo, sé que el más mínimo mal movimiento detonaría la más insulsa de las caídas, LA CAÍDA.

Y esta es la cuestión: me tienta el abismo, me tienta el vacío, me tienta saber qué hay ahí, el secreto de lo profundo. ¿Quién llega a lo profundo de las cosas, de la vida, de la mirada? ¿Quién?

Mientras estoy en la cima de la montaña, me encuentro presa de un remolino de emociones indescriptibles propias de estar en ese lugar, el vértigo de ESTAR en la cima, no es cualquier lugar.

Y pienso: ¿Y si me caigo sin querer por estar tan cerca del borde? ¿Sería eso algo por lo cual juzgarme? ¿Qué pensaría? ¿Sería eso lo peor que me pueda pasar?

Mmm….pienso, pienso, pienso: creería que ¡Está bien! Acepto el trato. ¡Hecho!

Acepto estar aquí presente, en la mejor cima, valorando la mejor vista del mundo, la mía.

Acepto que si me caigo es que jugué con el destino y que pasaría una de las cosas que pasan por estar tan al margen, tan al borde: CAERME al abismo.

Pero a cambio, me sacaría las ganas de hacerlo, experimentarlo y vivirlo.

Llevarme ese hermoso recuerdo.

Como todo tiene un costo sólo queda asumir los riesgos.

Y esa, no la caída, es la parte más difícil, ASUMIR los RIESGOS es hacerme cargo de las consecuencias de mis propias decisiones, actos y contradicciones, entonces, cuando me caiga no habrá juicio de valor interno ni culpa, ni un sólo pensamiento de arrepentimiento. Ni uno, NADA.

En vez de eso, cuando esté cayendo, me veré con una sonrisa cómplice hacia mí misma, sabiendo que una parte de mí disfrutaría de esa caída, incluso la anhelaría por lo reveladora que sería y la preferiría mil veces antes que la aburrida decisión de no haberlo intentado; eso sería lo peor que me podría pasar ¡no me lo perdonaría nunca!: no la caída en sí sino no animarme a habitar la cima de la montaña 🗻 y su abismo.

Visto desde mi perspectiva sólo queda una opción:

ABRAZAR LA CAÍDA 🤗💕

ABRAZAR EL ABISMO y su VACÍO🗻✨

Y agradecer por todo lo que sólo ella, y su nueva perspectiva reveladora, me pueda dar.

Fin 🙌

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